La bicicleta es el gran medio de transporte para las ciudades medianas del siglo XXI... siempre que no llueva torrencialmente. Supongo que las fechas para la semana Europea vienen dictadas desde "altas esferas europeas" porque todos sabemos que la Gota Fría amenaza todos los años con lluvias torrenciales la costa mediterránea por estas fechas.
Que nadie invoque a la suerte porque estaba mas que cantado lo que iba a pasar...
Eso si, menos cantado iba a ser la heroica y preparada respuesta de los amantes de la bicicleta.
Tuve tiempo de hacer un recuento bastante riguroso (recordando al hombre de la semana pasada). Conte al menos 180 bicis y una ciclomotor eléctrico. He de reconocer que mi error podria ser perfectamente de mas-menos 15.
Muchos acudimos con la esperanza de que no lloviera mucho.Un chirimiri siempre es soportable e incluso agradable pero los chuzos de punta se salían de mi planing personal ciclista.
A los 10 minutos de salir de la plaza del ayuntamiento y ya por la calle Colon la lluvia quiso ser la protagonista y fue entonces cuando muchos de nosotros, los no-preparados para la ocasión, tuvimos que apearnos de la marcha y buscar cobijo bajo arboles o marquesinas. Un surtido grupo se enfundo en plásticos vistosos y chubasqueros y continuo la marcha. Todos aplaudimos en ese momento. Se oyeron gritos de adrenalina cuando la lluvia, agudizando el ritmo de su caída, empezó a calar en la ropa de muchos de los aventureros.
En aquel momento decidí convertirme en reportero de guerra. Es decir, ser testigo e informador del mismo desde la trinchera, sin participar en la guerra misma. Utilizando mi trabajo como parte mas de la batalla y "mojándome" con ello pero bastante menos. :-)
Maldije mil veces la lluvia por no haber traído un chubasquero.
Conocedor de la ruta por la que transcurría la marcha decidí retroceder hasta la calle de la Paz y esperar el nuevo paso de la marea ciclista. Estas son las fotos y comentarios sobre las mismas. Pinchad en la tira si queréis verlas mejor.
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Eso si, menos cantado iba a ser la heroica y preparada respuesta de los amantes de la bicicleta.
Tuve tiempo de hacer un recuento bastante riguroso (recordando al hombre de la semana pasada). Conte al menos 180 bicis y una ciclomotor eléctrico. He de reconocer que mi error podria ser perfectamente de mas-menos 15.
Muchos acudimos con la esperanza de que no lloviera mucho.Un chirimiri siempre es soportable e incluso agradable pero los chuzos de punta se salían de mi planing personal ciclista.
A los 10 minutos de salir de la plaza del ayuntamiento y ya por la calle Colon la lluvia quiso ser la protagonista y fue entonces cuando muchos de nosotros, los no-preparados para la ocasión, tuvimos que apearnos de la marcha y buscar cobijo bajo arboles o marquesinas. Un surtido grupo se enfundo en plásticos vistosos y chubasqueros y continuo la marcha. Todos aplaudimos en ese momento. Se oyeron gritos de adrenalina cuando la lluvia, agudizando el ritmo de su caída, empezó a calar en la ropa de muchos de los aventureros.
En aquel momento decidí convertirme en reportero de guerra. Es decir, ser testigo e informador del mismo desde la trinchera, sin participar en la guerra misma. Utilizando mi trabajo como parte mas de la batalla y "mojándome" con ello pero bastante menos. :-)
Maldije mil veces la lluvia por no haber traído un chubasquero.
Conocedor de la ruta por la que transcurría la marcha decidí retroceder hasta la calle de la Paz y esperar el nuevo paso de la marea ciclista. Estas son las fotos y comentarios sobre las mismas. Pinchad en la tira si queréis verlas mejor.
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